(♫)
Hace un tiempo le regalé
Las piedras de los bellos sueños que alejan pesadillas y espantan terrores nocturnos, por eso ayer bajó corriendo de su cuarto con las dos gemas de cristal apretadas en el puño, para mostrarme que las ponía debajo de la almohada.
En otra oportunidad, la llevé al
Mercado de Pulgas para que eligiera una
Piedra Mágica. Se decidió por un cairel rosa pálido con el poder extraordinario de multiplicar imágenes, de inventar arcoíris y de encender la sorpresa maravillada en sus ojos.
Me gustan los niños porque me entienden.
Pero también entiendo que no se los puede largar a la vida así nomás y por eso, para el próximo domingo, le regalaré un set de maquillaje de Princesas.
Es que la fantasía, si no está bien maquillada, puede confundirse con locura.
..º..
Y sobre todo mirar con inocencia. Como si no pasara nada, lo cual es cierto.
Alejandra Pizarnik