La mujer elegía confituras con la distante majestuosidad de una reina. Alta, espléndida, rotunda, femenina. Indiferente a la encrespada atención de los machos, aparentemente ajena, exudaba su almizcle de hembra. Ellos la tocaban con los ojos, calibraban cada milímetro de piel a prudente y estratégica distancia mientras cruzaban guiños cómplices y miradas de indisimulado deseo. Realmente era difícil no mirarla y el silencio envolvió con religiosa expectación la figura femenina.
Ella finalmente pagó y se fue seguida en procesión por cuatro pares de ojos que la acompañaron como babeantes acólitos.
Afuera, un auto brilloso y elegante, importantísimo e importadísimo la perdió en la profundidad de sus fauces y partió.
Adentro, la realidad arañó con fiereza el velo de las fantasías y uno de los hombres, mirando a los otros, dijo con una especie de resignación corporativa: - no es para nosotros muchachos, que va’sé.
Las risas devolvieron todo a su verdadera dimensión mientras el sol del domingo remoloneaba en la vereda.
Ella me llamó la atención. No era una mujer hermosa pero tenía eso que hace que uno se dé vuelta cuando entra una mina como ella en un lugar. Estaba sentada como una estatua en un pedestal, en pose, apenas el culo apoyado en la punta de la silla.
Manual de Perdedores. Juan Sasturain.
Ella finalmente pagó y se fue seguida en procesión por cuatro pares de ojos que la acompañaron como babeantes acólitos.
Afuera, un auto brilloso y elegante, importantísimo e importadísimo la perdió en la profundidad de sus fauces y partió.
Adentro, la realidad arañó con fiereza el velo de las fantasías y uno de los hombres, mirando a los otros, dijo con una especie de resignación corporativa: - no es para nosotros muchachos, que va’sé.
Las risas devolvieron todo a su verdadera dimensión mientras el sol del domingo remoloneaba en la vereda.
Ella me llamó la atención. No era una mujer hermosa pero tenía eso que hace que uno se dé vuelta cuando entra una mina como ella en un lugar. Estaba sentada como una estatua en un pedestal, en pose, apenas el culo apoyado en la punta de la silla.
Manual de Perdedores. Juan Sasturain.
18 comentarios:
Que bien, su compañero tiene un auto importado Condesa?, de los alemanes quiero creer...
Fantasma, lamento decir que yo estaba detrás de la línea de cuatro sacando la foto, que no provoco tal conmoción y que mi compañero no tiene un auto importado.
Se hace lo que se puede, pero no es pa'tanto...!
Oiga, que está lindo!
Doña Bloody, usted podría ser letrista de arjona, jajajaja
Luigi......
"Adentro, la realidad arañó con fiereza el velo de las fantasía"
Cuantas letritas tendría que
escribir grassiita Arjo, para que le salga una metafora como la anterior.......
jaja, imposible que las letras de baño de estación de servicio de ruta de Arjona se comparen ni siquiera así un poquito con lo escrito en este blog...pst, habrase visto...
Veo que le han agarrado calentura a arjonita, jejejeje; no era que todas las mujeres argentinas lo idolatraban??
Luigi, estas bien???,
Luigi hay mujeres que piensan, hay mujeres con capacidad artística, hay mujeres fantásticas...y hay mujeres como Cristina...
uy,uy,uy,uuuuy!!! Colombia acaba de meterle un gol a Argentina y Luigi me compara con Arjona...qué depresiooooon!!!! con ese cursi que asesina mensualmente cigüeñas!!! clavó una estaca en mi corazón de piedra. Acepto las críticas pero esa comparación...!
Diga que el Fantasma,
Glenda y John me recauchutaron un poco la autoestima, que si no...
(voy a llorar un rato, no puedo seguir, snif)
Las penas pasan pronto...Argentina se va al descanso con 3 goles y Roedor encuentra inspiración aún en las pelotudeces.
¡Quién dijo que todo está perdido...! jaj
No esperen, si no fué un insulto masivo; me parece fantástico si ninguna de las damas que visita este blog (incluyendo a la dueña de casa) no le gusta arjona.
Simplemente me pareció divertido la forma de expresar algunas sensaciones... esa de los ojos como "babeantes acólitos" está mundial!!
La única rima que se le puede ocurrir a Arjona con Acolicos, es con colicos, dejate de joder.. Luigi,
el guarro tiene razón. Arjona es infumable. Pero igual lo perdonamos, luigi.
Countess, la dama del importado se fue a retozar con alguno como los que la tocaban con los ojos. Sólo que no allí, en público.
Hay que saber estar en el lugar justo en el momento indicado, yo sé lo que le digo...
Claro que lo perdonamos Luigi, al que no perdonamos es a Arjona. Por aquí parece que no le gusta a nadie ¿quién le llenó los Luna Park entonces?
Roedor, seguramente con ése la dama satisfaría su apetito con bizcochitos de grasa quedando a la sazón, muy satisfecha.
Hola guarrooo!
Hola lindaaaaaa!
Llegó tan oportunamente al blog de Luigi, con su autocrítica.
En apoyo a Luigi (ya que "sus acólitos" lo destrozaron al pobre)le estaba por dejar alguna ironía, porque en su descripción dejaba entrever algún indicio feminista... como si a las mujeres no les pasara...a lo de babeante me refiero...llegó justito.
No John no soy feminista, sólo describí la situación desde la óptica femenina. A las mujeres también nos pasa pero somos más disimuladas y tratamos que la baba no llegue al escote.
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