Cuando la condesita mayor cumplió 6 años, mi
amiga S. le regaló…¡una linterna! de esas que venden las ferreterías, enorme y
amarilla. Algunos consideraron que el regalo era inapropiado para una nena, pero la chica
fascinada iluminaba techos y rincones y buscaba tesoros debajo de los
sillones.
Cuando la condesita menor cumplió 4, S. le
regaló… ¡un conejo! La chica maravillada con el nervio de su naricita rosa, lo
revoleaba de las orejas y era yo, esta vez, quien encontraba sus tesoros debajo
de las camas.
Cualquiera puede comprar un regalo, pero no
cualquiera tiene la facultad de regalar caminos sin estrenar y dejar allí,
escrito su nombre.
Ellos hacen la diferencia.
Ellos hacen la diferencia.
..º..
No
quiero la noche sino cuando la aurora /la hizo diluirse en oro y azul. /Lo que
mi alma ignora /eso es lo que quiero poseer.
6 comentarios:
Perdón si ya conté esto, pero mi memoria no funciona al 100%... :/
Su amiga S. se parece a mi papá, que también suele hacerme regalos insólitos. Cuando más se inspira es para las navidades, en las que ligué... una linterna!, una "carterita portadocumentos" (de esas que usaban algunos señores mayores,nunca una dama y, menos, una relativamente joven), una vaporera (sí, es práctica, pero convengamos que no es lo que una fantasea encontrar mientras desenvuelve el paquetito)...
A diferencia de las condesitas, a mí no me fascinan esos regalos extraoridinarios, más bien me dejan azorada.
Lo que no se puede dejar es que dejan huella... jamás los voy a olvidar! :)
Besos, condesa
ps: qué lindos esos versos de Pessoa...
Qué bueno es saber sorprender así. Recuerdo un cumpleaños siendo niño en el que un amiguito me obsequió ¡guantes de box!. Yo lo consideré un gran regalo, mis padres todo lo contrario.
Saludos, Condesa.
que linda la relfexión final, me sorprendiste, fue como un regalo inesperado! :)
tu amiga una genia!
Betina: para mí que su papá le compra los regalos en el colectivo cuando está yendo para su casa ¡mejor que cambie de línea o viaje en taxi el pxmo. cumpleaños!
PS: qué lindo Pessoa
Rob K: le cuento que el conejo tampoco resultó (para mí) un buen regalo. Teníamos un permanente olor a hinojo dentro de la casa y de sus desechos, después...
Saludos, Rob
Alelí: mi amiga...una loca linda que entendía el lenguaje de los niños.
Una maceta con flores, un canario o peces de colores son regalos que también reciben con gran entusiasmo (y no hace falta esperar que cumplan años).
Condesa, sufrí el haber hecho regalo (pensado, buscado, discernido, proyectado, etc., etc.); que que aparezca un arribista con una linternita comprada en la calle y ver como el homenajeado dejaba todo de lado.
La verdad, es fácil contentar a los niños. No tanto a los padres con las consecuencias del uso de esos regalos.
Mickey: en ese sentido, los varones adultos son ideales para comprar regalos a los niños varones porque nunca dejan de ser niños, regalan lo que les hubiese gustado recibir y pocas veces se equivocan.
Los efectos secundarios de esos regalos en los padres, serían tema para otro post jaj
Un beso
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