Y no, no me duele la panza.
Lo asumo con la aceptación de un niño que se moja bajo la
lluvia y se deja hacer; la mira y la siente, pero no atina a moverse siquiera.
No hay miedo ni remordimiento, porque los permisos no hacen
doler la panza cuando se llena de estrellas.
..º..
10 comentarios:
Nada mejor que darse permisos, para lo que uno sienta y que no aparezca Doña culpa...
Que bueno es cuando uno se descubre dàndoselos y los puede disfrutar.
Un abrazo grande, para atemperar el fresquete.
Uf. La culpa es una herida absurda y sus cicatrices no se borran fácilmente.
Qué felicidad liberarse de ella, olvidar que existe, entregarse a la vida como ese niño a la lluvia (preciosa imagen la suya).
Cuando la culpa sale, hay vía libre para que entren las estrellas, y otras cosas maravillosas que solemos perdernos por culpa de...la culpa :)
Beso, que lo disfrute.
pregnant?
VeR: hace tanto frío que para atemperarlo, me voy a comer un chocolate...sin culpa!
Betina: la culpa es una señora gorda, muy cómodamente instalada, que suele comerse las decisiones que no nos animamos a tomar.
beso grande
Mary: jajajaj no! en ese caso no sería culpa [además, ya tengo el cielo suficientemente estrellado ;0) ]
Que no sea lo que yo estoy pensando ¡casquivana! ¡brasevisto!
brasil: ...como suele decir la filósofa contemporánea Karina Olga 'lo dejo a tu criterio!' jjaj
Beso grande
Gracias a eso
que a tierna edad
entró en el seso
gana su pan
docta hermandad
de Freud y Lacan.
Saludos, Condesa.
Rob:
La culpa cristiana
y su perdón
no se le olvide,
solo requiere la contrición
-de rodillas y sin sillón-
de quien lo pide.
Un abrazo
Los permisos que uno se emite deben tramitarse exentos de culpa. De otro modo las estrellas no aparecen.
Muy bueno.
Un saludo.
Yoni: y bien por usté que se dio el permiso para aparecer, después de un tiempo, como toda una estrella!
Un beso
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