30 de marzo de 2007

Olvida mi nombre y pega la vuelta

R: -Vení, vení, mirá quién te quiere saludar.
Eu: -¿ ???
Mr. X: -Holaaaaaa condesita, cómo estásssss? (cara de alegría nº1)
Eu: -¿??? Mmmm biennnn… (alargando la ene para darme tiempo. Cara de estúpida nº 1)
Mr. X: -No te acordás, no...? (cara de decepción del 1 al 10)
R: -¡¡cómo no te vas a acordar!! (cara de incredulidad)
Eu: -mmmm, no. Me parece…pero no. No... (cara de estúpida nº2)
R.: -¡Es Fulano de Tal! ¿te acordás ahora?
Eu: -mmmm pseee… creo que sí… (cara de estúpida nº3 cubriendo la cara de odio nº1)
Mr. X: -(cara de alegría nº2) recuerdo aquella vez cuando, bla, bla, bla, bla
Eu: -Bueno un gusto verte bien, los dejo conversando ahora (cara de despedida para Mr.X y cara de novuelvasahacermestonuncamás para R.)

( sigo sin acordarme quién cuernos era. Haré un back-up, y si el tipo no aparece, es altamente probable que lo haya borrado del rígido.
Igualmente hay que desfragmentarlo).


Todo está cargado en la memoria/ Arma de la vida y de la historia
La memoria, León Greco.

7 comentarios:

Roedor dijo...

La explicación es fácil: después de bautizar a tu conejo como dice por ahí abajo, recordar que un tipo se llame, digamos, José González, para vos es como que no vale ni la pena tanta vulgaridad, che...

De ahí el olvido, me parece.

La condesa sangrienta dijo...

Lo peor de todo es que jamás pude recordar quién era, ni ubicarlo en algún momento de mi vida.
Ahora que lo pienso, no es que lo olvidé. Es que nunca existió!

Almirante Margarito dijo...

A la situación le cabe la famosa frase de Groucho Marx: "Nunca olvido un rostro, pero en su caso haré una excepción"

Lex, el Eterno Culpable dijo...

Igual R. no puede decir mucho. No estuvo como media hora hablando con M.A. y ni se dio cuenta quién era? Esta bien que él tenia la excusa de su pronunciado escote que lo distraía

La condesa sangrienta dijo...

Ah....Lex ¿no será entonces que quien me saludaba era Vadinho y no lo reconocí porque estaba vestido?

La condesa sangrienta dijo...

Margarito, a esta situación también le calzaría otra frase del genial Groucho:
"A quién va usted a creer, ¿a mí, o a sus propios ojos?"

Lex, el Eterno Culpable dijo...

Y quién le dice, a lo mejor le quisieron vender Teodoro por Vadinho