5 de junio de 2007

Artes y Ciencias

Cuando terminamos la reunión y salimos de la casa de M., el sol caía oblicuo sobre las plantas del jardín de entrada. Quedé maravillada frente a una mata cuyas hojas parecían trabajadas pacientemente por un antiguo artesano. Doradas filigranas, casi transparentes, como alas de mariposas, se multiplicaban en cada rama y creaban la ilusión de un encaje iridiscente. Ch., P., I. y M., ya se despedían en la vereda así que llamé a A. para compartir con ella el pequeño milagro. Se acercó curiosa, observó con callado detenimiento y finalmente dijo -Ah, sí, esta planta está apestada.
La miré, me miró y reímos al unísono. Tan breve circunstancia resumía nuestros modos de ver la vida.


“…el olor de las hojas verdes y/ las hojas secas, y de la orilla y de las/ oscuras rocas del mar y del heno en el henar, […] ¿Has intentado ya leer de verdad?/ ¿Te has sentido orgulloso de comprender el/ significado de los poemas?/ Quédate este día y esta noche conmigo y/ poseerás el origen de todos los poemas,/ poseerás lo bueno de la tierra y el sol (hay millones de soles más)”,
Canto a mí mismo,
Hojas de Hierba. Walt Withman.

6 comentarios:

El Caballero de la luna dijo...

Tendra que cuidarse de bellos con vicios evidentes (pero no para usted). Parece un consejo astrológico, pero es una fácil conclusión de su anécdota.

La condesa sangrienta dijo...

Es que esos vicios no son evidentes para mí, tendré que vacunarme?

El Caballero de la luna dijo...

Tal vez, si encuentra cómo. Aunque creo que la reiterada exposición al virus crea anticuerpos. Y heridas, pero nada es perfecto.

Anónimo dijo...

Genial, condesa, concentrado espera el final poético.... jajajjja
Caballero, me pasa la dir de su blog.
La condesa es una dama, no creo que se oponga a la publicidad
Saludos
Marcos

El Caballero de la luna dijo...

Cliquee sobre el nombre azul, Marcos y llegará. Perdón, Condesa, por abusar de su hospitalidad.

La condesa sangrienta dijo...

Marcos, Caballero no hay ningún problema. En esta casa hay un libro de direcciones abierto para quien quiera consultar, y un manual de instrucciones para quien no supiera manejarlo.
En la casa donde vivo entra y sale gente todo el tiempo (no es una metáfora), quienes me conocen podrían afirmarlo. Aquí me manejo de igual manera, don`t worry.