2 de junio de 2007

Bienaventurados los bellos (2)

Podemos encontrar la belleza escondida en todas partes, sólo hay que hurgar un poco o darle tiempo a expresarse por sí misma. Para llegar a esa instancia, debemos alcanzar una cierta madurez espiritual o rescatar nuestra lúcida mirada de niño.
Pero la belleza no es el tema, aunque parezca. En medio de la catarata de opiniones y adhesiones que Juan recibió por su post, una chica dijo “Yo soy linda”.
Me impactó y me encantó su sinceridad sin estridencias, la confesión de una condición que le fue dada y que expresó sin modestia. ¿Por qué no habría de hacerlo? Decir “soy lindo” o “soy inteligente” o “soy simpático”, o “soy seductor” supone, para quien escucha, una terrible vanidad. Entonces, hay que disculparse y sacrificar en el altar de la (falsa) humildad, ciertos atributos que nos son propios.
Si nos hacemos cargo de nuestros defectos ¿por qué deberíamos esconder nuestras virtudes?
La sinceridad sin aspaviento tiene belleza.
(Antes, yo era presumida. Ahora que corregí ese defecto, soy perfecta.¿Y usted?)

Yo soy linda, y no pude ni puedo hacer nada con eso. Nada. Sólo mirarme al espejo y pensar “qué linda… si yo pudiera hacer algo con toda esta lindura…”. Pero no puedo hacer nada.La belleza no es todo, la neurosis lo es!
Muñeca Rusa

(Mis disculpas a La Lectora Provisoria y a Muñeca Rusa por el uso de esta cita)

12 comentarios:

Anónimo dijo...

Ah, sí. Creo que mientras más relativista soy, más apto estoy para lidiar internamente con cosas como la belleza, la vanidad, el dinero, los gustos, etc.

Para los estándares (o parte de los estándares, o algunos estándares) de mi clase social, lugar y época, yo soy inteligente, tirando a feo y gracioso.

Anónimo dijo...

Últimamente he pensado que si me convirtiera súbitamente en alguien bello me sentiría incómodo. No hablo de que cambie el color de mis ojos, ni que me tiña de rubio el pelo, nada de eso. Hablo de un cambio completo y sobrenatural. Si sucediera, las mujeres comenzarían a fijarse en mí aunque yo no hiciera nada. Querrían enamorarme, buscarían convencerme de que yo las enamorara, independientemente de que les caiga bien o no. Yo, sin haber tenido la oportunidad de articular una palabra, sin demostrar mi inteligencia, mi sentido del humor, sin haberles probado mi valía.

Sentiría ese prejuicio que crea mi apariencia como fruto de una actitud deshonesta.

O tal vez no. Tal vez se sentiría extraño al comienzo, viendo todo desde un disfraz. Me reiría por estar viendo el mundo desde vidrios polarizados. Diría para mis adentros "Y pensar que no tienen idea de que yo antes era feo". Eventualmente me acostumbraría, me zambulliría en el mundo de lo bello, trabaría amistad con bellos, besaría a bellas y tendría por esposa a una bella, ya que mi belleza me lo permitiría.

Pero honestamente creo más en lo primero que en lo segundo.

Anónimo dijo...

Condesa, traté de dejarte un mensaje en el otro post, no sé qué pasó, no se pudo.
Un placer encontrar a Juan, comentando también en esta página.
Sigo recorriendo.
Un especial saludo
Estrella

La condesa sangrienta dijo...

Enterhase: Pasado el 1er. impacto, uno se habitúa a la belleza/no belleza del O
tro y son otros los valores los que nos atraen o alejan de las personas.
Tiene ganado bastante terreno si es inteligente, tirando a feo y gracioso.
Estrella: bienvenida y gracias por pasar!

Anónimo dijo...

Jaja... sí, eso dicen. Aunque claro, entran más variables en el asunto. Yo me describí según las mayores apreciaciones (semi)objetivas de mí.

No dudo que existen características que van más allá de lo físico y que atraen (una amiga me dijo alguna vez "Cuántas veces habrá enamorado un chico con una biblioteca!"), pero me parece asimismo indudable que la gente bella tiene una especie de ventaja previa, y que la belleza influye en la existencia o inexistencia, digamos, de un "segundo" impacto.

Saludos!

Anónimo dijo...

Quien puede decir qué atributo o defecto lo es en tanto tal, objetivamente? Todo es subjetivo y relativo...Dicho esto estoy en condiciones de afirmar: Soy perfecta.

Anónimo dijo...

Más o menos, Glenda. Podés afirmarlo tanto como podés afirmar "soy imperfecta", "soy una genia", "soy una estúpida", "soy un cordero de Dios y Él es mi pastor".

La perfección y/o la fealdad no forman partes constitutivas de tu ser. Pero sí existe una construcción social en relación a lo que significa lo bello, lo cotidiano, lo anormal, etc., etc. Con esos parámetros es que yo me describo como feo (al menos un poco feo). Todo esto es independiente del hecho de que me sienta bien o mal al respecto. Yo creo sentirme bastante cómodo con mis facciones y proporciones, y tal vez sea porque no correspondo lo suficiente al estereotipo social de "lo feo" como para dejar que eso me afecte. Y la misma "sociedad" prevee un márgen de subjetividad dentro del cual uno puede moverse. Y también pesan cuestiones de crianza, biológicas, etc.

En mi caso en particular, o bien tomo como referencia el ordenamiendo estético social, o bien lo que soy intrínsecamente. Ni feo ni lindo. Ni perfecto.

Da para mucho, ¿no? Pero... esa es mi opinión truncada y condensada.

Anónimo dijo...

Enterhase: sin ofender, hay que tener un poco de sentido del humor. Coincido con ud. en mucho de lo que dice.
Si me baso en la construcciòn social en relación a lo que significa "ser perfecto" creo que absolutamente nadie en el mundo puede afirmar ser perfecto, pero...está mal sentirse asi?

Anónimo dijo...

No, para nada, no digo que esté mal. Claro que tampoco está mal sentirse una piltrafa :P

Y no es necesario tratarme de Ud, hombre! :)

Saludos!

La condesa sangrienta dijo...

Enter: en este blog algunos tutean, otros putean y otros ustedean, pero resulta muy gracioso putear de usté al que tutea. No sé si me explico, lpm!

Anónimo dijo...

Ser lindo sin esfuerzo no es mérito.

En este minuto me siento lindo, porque bajé 14 kilos huyendole a la harina y el azucar. Las gigis miran más, es un hecho. Soy lindo gracias al esfuerzo. Salvando las distancias, como Meolans, que vive en cueros para mostrar esa fibra que le cuesta ponele seis horas diarias de pileta.

La condesa sangrienta dijo...

¡lindo esfuerzo Protervo! felicitaciones y no le cuente a Samurai o dirá que sus comentarios amargos se deben a la abstinencia de azúcares, ja!