5 de junio de 2007

Olvida mi cara y pega la vuelta



Están las que se mueven con la malhumorada displicencia de un gato, las que te clavan una mirada iracunda cuando profanás el ámbito espejado de su santuario y te miran de arriba abajo mientras te alcanzan la pilcha haciéndote sentir una piltrafa, para luego olvidarse de tu existencia obligándote a salir en cueros del probador en busca de un talle menos.

Están las otras, las que se cuelgan de tu yugular en cuanto ponés el pie y te acosan sin piedad abusando del apelativo cariñoso ¿qué vas a llevar, mi amor? ¿te puedo ayudar en algo, corazón? Estas te abren la puerta del probador - ¿yyyy…cómo te queda?- justo cuando estás en calzones, en pleno proceso de arriar los pantalones, con el traste apuntando al distinguido público.
Entre unas y otras hay muchas otras, pero éstas son las que más me fastidian.


Bonito el color del pelo de esta señorita, bonito el olor / a abeja de su zumbido, bonita la calle, /bonitos los pies de lujo bajo los dos / zapatos áureos, bonito el maquillaje / de las pestañas a las/ uñas, lo fluvial / de sus arterias espléndidas, bonita la physis / y la metaphysis de la/ ondulación, bonito el metro / setenta de la armazón, bonito el pacto / entre hueso y piel, bonito/el volumen / de la madre que la urdió flexible y la / durmió esos nueve meses, bonito el ocio /animal que anda en ella.
Orquídea en el gentío. Gonzalo Rojas

15 comentarios:

Anónimo dijo...

LAS ODIO!!!!!!!! Éstas logran sacar lo peor de mi y termino cual Julia Roberts en Mujer Bonita preguntando con mi mayor cara de asco "¿trabajás a comisión?...big mistake"
Siempre trato de ser muy cordial, no me gusta ser conchuda, pero cuando me toca una de estas...lo disfruto
(ojo: jamás aplicar estas reacciones en el ámbito de la gastronomía)

La condesa sangrienta dijo...

no, no, no. En el campo gastronómico hay que aplicar otra estrategia, uno nunca sabe con qué cosa nos pueden condimentar el plata...puaj!

La condesa sangrienta dijo...

plato, quise decir

Anónimo dijo...

Exactamente...trabajé en gastronomía un tiempo y pude comprobarlo empíricamente. Doble puaj!

Luigi dijo...

Vaya vaya... hay que cuidarse de las cocineras...!

:)

Anónimo dijo...

Luigi, hay que cuidarse de las chichis en gral.
Saben que son nuestra debilidad y las muy guachas se aprovechan...
...Menos mi mama son todas hdp!!!.
je

La condesa sangrienta dijo...

Como ya sabemos, Edipo sólo tenía ojos para su mamá y al final terminó arrancándoselos. Así que, finalmente, las guachas son las suegras Edi...

Anónimo dijo...

Já, no sé porque se asumió que fui cocinera, no es así, fui encargada nocturna, y los peores son los camareros, no los cocineros, aunque juntos se potencian.
La fauna gastronómica merece post aparte, con la fauna comensal incluida que es muy variada y peligrosa

Roedor dijo...

Yo siempre tuve la fantasía de la canción "El Probador" de Virus, pero claro, no tengo las mismas preferencias sexuales que tenía Federico Moura.

Yo hasta no hace mucho tiempo laburé en algo relacionado con el gremio gastronómico, y va consejo: Muchachos y Muchachas, con el gremio gastronómico (incluyendo mozos, cocineros, ayudantes, etc.) no-se-jode.

Nunca llevás las de ganar. Nunca.

No hagan que me ponga explícito, por favor.

La condesa sangrienta dijo...

No hace falta, roedor, sabemos de qué habla. Mi venganza con el gremio gastronómico se concreta a la hora de la propina. No dejar nada es poco, comparado a dejar muy poco, casi nada... no sé si me explico. Lo mío es un sadismo al plato.

Anónimo dijo...

Copio y pego el primer párrafo de Roedor.

La condesa sangrienta dijo...

Las fantasías de los compradores masculinos y la actitud de las vendedoras con ellos, son tema de otros posteos.

Anónimo dijo...

Yo no compro ropa, me la regalan. Eso no es tanto por una actitud de macho desgarbado como por una falta de capital. Así que no tengo experiencias con vendedores/as.

Tampoco salgo mucho a comer, por las razones antes explicitadas. Cuando lo hago, voy casi siempre a los mismos lugares.

Que esto es Mendoza, hombre! No hay tanta variedad.

La condesa sangrienta dijo...

Enter: no tengo en claro si ud. es un menesteroso, un cafisho o un cómodo ¿cómo es eso de que no tiene capital y le compran la pilcha? jaaaa
En cuanto a que no hay tanta variedad en Mdza... mmmmm vamos a ver qué opina Luigi.
Lo que viene, lo que viene, lo que viene...!

Luigi dijo...

Amigo Enter, en Mendoza hay para todos los gustos y lugares; veamos geográficamente:

Godoy Cruz: imposible no ir abajo del puente de la cancha de Godoy Cruz. Choripan gigante con vasito de vino y el mejor ambiente (porque es al aire libre pero se llena de humo).

Las Heras: carrito-bar "EL TULA"; todo tipo de exquisitos platos salidos de una sola heladerita tipo pic-nic. No especifico ubicación porque (como su nombre lo indica) es un carrito que muda habitualmente de lugar (en realidad, escapa de los consumidores intoxicados que va dejando a su paso).

Guaymallén: Acceso Este y Carril Ponce; por ahí hay un par de lugares donde por una módica suma se sienta, come todo lo que puede y se vá (si puede); ofrecen vino en jarra y carne de todo tipo de animales... el problema es identificar el animal.

Ciudad: calle Rivadavia, pleno centro, pub "La Reserva"; si Usted vive en Mendoza... jejejeje ya sabe qué puede ir a comer allí !
;)