8 de diciembre de 2007

Ticket to Ride



Cuando ya no necesite de las llaves y regale ropas y zapatos.
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Cuando haya leído el Ulises y apile los libros en un rincón.
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Cuando tire las postales de aquel viaje y guarde en una caja, fotos viejas.
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Cuando libere los aromas infantiles y el beso adolescente de un verano.
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Cuando cuelgue en una cuerda tres pecados y seis perdones.
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Cuando agote los rezos y no alcancen las palabras.
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Cuando expulse de los ojos, todas las miradas.
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Cuando anude los te amo y olvide los adioses.
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Cuando la nada alcance densidad de todo.
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Sabré
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que sólo cuando vacíe la maleta, estaré lista para emprender el viaje.

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¿Conociste /la muerte en el viaje, /Diana? ¿Te asustó, la asustaste? / ¿Trajiste fotos, postales, /documentos?, ¿abrazaste a /muchos, te abrazaron?
El jardín. Irene Gruss

15 comentarios:

Ángel eléctrico dijo...

Hermoso, condesa.

Absolutamente todo lo vivido (lo sufrido) parece ser tan sólo el doloroso entrenamiento para que, al final, emprendamos el viaje y reiteremos el ciclo. Hasta que tomemos el desvío.

PD. Tal vez sea necesaria una docena de encarnaciones para leer (y entender) el Ulises. Pero con seguridad una eternidad queda corta para olvidad aquel beso adolescente y aquellos adioses...

John Sunday dijo...

Gracias, me acordé con mucha nostalgia del pensamiento que me dejó una poesia cuando era un púber...le regalo una parte:

...sé lo que busco y quiero,
que buscaron los grandes y han encontrado pocos,
el naufragio es seguro y es la ley del crucero,
pues los que quieren verla sin naufragar son locos...
quieren llegar a ella sano y limpio el esquife,
seca la ropa y todos los bagajes en paz,
cuando sólo se arriba lanzando al arrecife
el bote y atacando desnudo a nado el caz...

Un abrazo.

La condesa sangrienta dijo...

Angel: a como va mi ánimo para con el Ulises, creo que tendré una larga vida!

John S: ciertamente, su poesía expresa claramente y con otra metáfora lo que intenté decir. Gracias por el aporte! (lo googleé y conocí al P. Castelli)

Estrella dijo...

Condesa, paso por acá todos los días, pero a veces no tengo nada qué decir: me deja sin palabras. Vuelvo a entrar, releo, y lo único que siento es: qué bien escribe la condesa. No hay nada más que agregar.
Ángel, me parece que acá también la cosa está para imprimir y guardar.
Saludos!

La condesa sangrienta dijo...

Gracias Estre!

Anónimo dijo...

Estrella me sacó las palabras, o mejor dicho, las no-palabras … paso siempre, leo y no tengo más nada que agregar: solo signos de admiración para la Condesa!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

Anónimo dijo...

Ay!!! countess!!! estas son las cosas que me reconcilian con la vida, su poesia, sus pensamientos, la invitada del dia, Irene , es como estar invitada a la fiesta de Babette. gracias, gracias

Stella dijo...

Lindísimo, Condesa!! :)

La condesa sangrienta dijo...

María, Filo, Stella: además tendré que vaciar la maleta de tantos "muchas gracias" que les debo.

Roedor dijo...

Sindudamente que después de hacer todo eso... el resto es silencio, como decía Willy the Shake.

Muy lindo. Sobre todo esas piernitas desoladas que se van.

La condesa sangrienta dijo...

Hágales un tackle pa' que se queden, roedor!

F e r n a n d o dijo...

Creo que nos vamos con bastante poco de aquí. Encima nos damos el lujo de buscar excusas para ser felices un ratito nomás!

Beso grande y gracias por los saluditos de cumple!

La condesa sangrienta dijo...

Fer, de aquí no nos llevamos nada así que mejor dejar cosas buenas!

F e r n a n d o dijo...

Venía a visitarte para invitarte a chusmear el arbolito del que formás parte.

Si bien no nos vemos seguido, estás entre los links navideños.
Ojalá te guste, ojalá dejes tu deseo de Navidad allá, para compartirlo con amigos y buenondor!

Beso grande, Fernando
;)

La condesa sangrienta dijo...

Me encantó, gracias Fer!