29 de octubre de 2007

Hermanadas por el Género


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Percal: Adriana Varela/ Terciopelo: Andrea Echeverri/ Piqué: Nina Pelozo/ Modal: Condesa de Chikoff/ Crepé: Lilita Carrió/ Pied-de-poule: Sra. de Mazorín/Raso: Karina Jelinek/ Encaje: Chachi Telesco/Polar: Nicole Kidman/ Lamé: Wanda Nara.
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27 de octubre de 2007

Presente Indicativo

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yo botox
tú botas
él vota
nosotros revotamos
vosotros revocáis
ellos embocan
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¿Por qué preocuparse?

Why worry - Dire Straits





www.quedeletras.com

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25 de octubre de 2007

El Reino del Revés

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Los varones se quejan de que invadimos algunos espacios que les son propios y nos mandan a cocinar o a lavar los platos.
Pero resulta que ahí viven y reinan Ariel, Patito, Querubín, Cocinero y Mr. Músculo ¿ quién los entiende)

23 de octubre de 2007

El Nombre Exacto de las Cosas


Una comentarista me ha acusado en otro blog de hacer “uso de adjetivos y sinónimos hasta la náusea”. Comprendo y acepto su disgusto, pero obviamente no ha entendido que el lenguaje hiperbólico de la Condesa es el que viste su caricatura y, como tal, debe ser necesariamente exagerado.
Esta pequeñez me hizo pensar en el uso del idioma, en la relación que tenemos con el lenguaje y de cómo éste se ha ido empobreciendo al punto de convertir en insoportable o anacrónico un discurso algo más elaborado. La utilización de algunos términos de moda y muletillas inconsistentes (el “hoy por hoy”, “todo tiene que ver con todo”, etc) igualan malamente con una falsa igualdad, tal como las falsas marcas que imitan a las auténticas y sólo crean ilusión de pertenencia pero niegan el carnet de socio.
Quiero decir que se toma casi como una afrenta o una exhibición indecorosa de bienes, la expresión de algunos términos poco usados habitualmente (olvidados o reemplazados por algún sinónimo cool). Los ofendidos son aquellos mismos que se ufanan de no haber leído nunca un libro y ridiculizan a quienes lo hacemos. No pueden comprender que un vocabulario acotado también les recorta el pensamiento, el espíritu crítico y la posibilidad de discutir ideas sin tener que recurrir a la violencia física; porque frente a la dificultad de oralizar, los puños toman la palabra. No comprendo esa empeñosa vocación a la frugalidad cuando hay un banquete que se ofrece gratis, aquí sí, a todos por igual.
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Una vez en la facultad, y para justificar una estúpida clase de una más estúpida materia pedagógica, nos visitó un psicólogo profesor de la facultad vecina. En el aula grande (La Pecera) compartíamos democráticamente el aburrimiento, los alumnos de Letras, los de Historia, Bibliotecología, Geografía y Filosofía.
El profesor en cuestión rompió el sopor general cuando dijo que “lo más inútil que había aprendido en la escuela había sido separar el Sujeto del Predicado” y para graficarlo, escribió en el pizarrón, S y P con letras enormes que luego tachó con trazo grueso. No voy a contar acá el gran bolonqui que se armó entre quienes le daban la razón y entre los fieles devotos de la Gramática, de Saussure y de Chomsky.
La discusión se prolongó un buen rato y entonces, para finalizar la cuestión, el profesor preguntó si alguien quería agregar algo.
La Condesa levantó la mano y suavemente dijo:
- Me parece que siendo psicólogo, a Ud., más que a nadie debería interesarle saber dónde está el Sujeto…

(Y el profesor puso cara de náusea a pesar de la ausencia de adjetivos)


¡Intelijencia, dame/ el nombre exacto, y tuyo, / y suyo, y mío, de las cosas!
(147) en Con la inmensa minoría, Juan Ramón Jiménez.
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21 de octubre de 2007

Feliz Desmadre


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Pacha Mama.
Mamá Gansa.
Madre Teresa.
Madre Coraje.
Madreperla.
Reina Madre.
Madre Patria.
Madreselva.
Madre Naturaleza.
Célula Madre.
DuraMadre.
Nave Madre.
Sierra Madre.
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¡LPM!
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19 de octubre de 2007

La Última Inocencia



Anoche, alguien me consultó sobre un poema de Pizarnik y estaba leyéndola poco antes de entrar al blog. Al revisar los comentarios
encuentro a Sapaflor y a Filo compartiendo la dolorosa coincidencia del suicidio de dos jóvenes amigos, coincidencia que se ensambla con mi lectura de la poeta suicida:

“Soy huérfana. Nadie se ocupó de darme una educación esmerada -se disculpó la muerte.”

Y, en
verdad, la muerte no tiene disculpa, porque no tiene culpa. La huérfana es hija no deseada de la vida - es su sombra- pero no se hace cargo de las sombras vitales.

Vida, mi vida, déjate caer, déjate doler, mi vida, déjate enlazar de fuego, de silencio ingenuo, de piedras verdes en la casa de la noche, déjate caer y doler, mi vida.

La muerte siempre sorprende aunque sea una muerte anunciada, porque el suicidio va sembrando banderas y anuncios ominosos que florecen más tarde en el acto definitivo. Último.

Es el desastre
Es la hora del vacío no vacío
Es el instante de poner cerrojo a los labios
oír a los condenados gritar
contemplar a cada uno de mis nombres
ahorcados en la nada.

Y quedamos - quienes quedamos- sumando la duda al dolor, tratando de abismarnos en los
antiguos funerales que aquél fue celebrando anticipadamente,
perversamente.

Delicia de perderse en la imagen presentida. Yo me levanté de mi cadáver, yo fui en busca de quien soy. Peregrina de mí, he ido hacia la que duerme en un país al viento.

Y quedamos solos, quienes quedamos.
Como sonámbulos sorprendidos en la noche amanecemos sin
saber cómo, ni quién, ni cuándo.
Porque no es verdad que ¡tan solos se quedan los muertos! la última inocencia los acompaña y, para más, se llevan la nuestra.
Partir
en cuerpo y alma
partir.
Partir
deshacerse de las miradas
piedras opresoras
que duermen en la garganta.

He de partir
no más inercia bajo el sol
no más sangre anonadada
no más fila para morir.

He de partir
Pero arremete ¡viajera!

12 de octubre de 2007

Doomsday

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No sé si seré capaz de expresar la multitud de sentimientos encontrados que me produjeron las palabras de Von Wernich al finalizar el juicio.
Hubiese esperado un gesto de humildad y contrición o preferido su silencio; sentí vergüenza y bronca por su soberbia, por convertir en palabras La Palabra, por poner la culpa afuera, por ver la paja en el ojo ajeno.
Asumí el indignado impulso de quienes quisieron abandonar el recinto, admiré a aquellos que pudieron guardar en silencio el batir de sus reclamos treintañales
y me uní al júbilo colectivo cuando el tribunal de los hombres condenó al hombre de Dios.
Y así las cámaras de televisión multiplicaron en distintas pantallas, la misma cansada emoción de las Madres y la algarabía, a veces violenta, de distintos grupos que con cantos, saltos y fuegos artificiales ejecutaron las danzas rituales para clausurar el día histórico.
Excitación y alegría. Cuerda tensada que se corta. Papel picado y reflexión.

Vamos bajando la cuesta que arriba en mi calle se acabó la fiesta

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Dante ubica a los traidores en el último círculo del infierno como si no existiese falta mayor o más despreciable que la traición y, en verdad, muchas faltas pueden comprenderse en ella sola porque quien traiciona mata, roba, deshonra y miente en un mismo acto.
La traición es un monstruo polimorfo.
Mucho, mucho antes, la metonimia de la infamia se habría acuñado con un beso y treinta monedas de plata en la oscuridad del olivar.
Hoy aquí, la renovada traición del Judas a su Cristo fue transmitida por cadena nacional sin planos de arrepentimiento y con la soberbia pretensión de homologar su juicio con el de Aquél.
El juicio ha concluido felizmente para aquellos a quienes le resulta suficiente la justicia del hombre.
Para mí, el proceso no ha terminado todavía y Von Wernich sigue siendo una herida abierta en mi costado porque exhortó a la reconciliación y la paz pero olvidó pedir perdón.


Aunque nadie te pudra/ estás podrido/ dios te ampare/ o mejor/ dios te reviente.
"Torturador y espejo" en Letras de Emergencia. Mario Benedetti,

9 de octubre de 2007

Retrato de familia (II)

Mi abuela Lila tenía nombre de flor, perfume de almíbar y manos que traducían en pasteles, o doradas tortas fritas, la montañita blanca elevada sobre la mesa.
Esas mismas manos desgranaban incansables, rosarios sibilantes en la quietud de la tarde o ponían confites de colores bajo la almohada, cuando mi infancia comenzaba a desdentar su inocencia.
Con tonadita puntana me enseñó las primeras oraciones que aseguraban un ángel en la esquinita de la cama para el sueño tranquilo. Me contó más tarde cómo el joven periodista –mi abuelo- publicaba poemas de amor “Para L.” en el periódico local, porque era la única manera que tenía de acercarse a ella.
Era buena contadora de historias, dulce, suave, con gran sentido del humor y del amor.
Mis manos se reconocen con las suyas, en el único parecido que puedo descubrir. Otros parecidos navegarán, seguramente, por los ríos secretos de la sangre subterránea que alimenta lo que soy, la que seré y los que fuimos en el eterno ciclo de las lilas.


De noche no se servía la mesa, sino que se repartían tazones de café con leche en la cocina, con la exquisita repostería de la abuela.
Vivir para contarla. Gabriel García Márquez.

5 de octubre de 2007

A woman taken by the sky


Iba postear un video de Rodin para celebrar la recuperación de la placa de sonido pero encontré este que me encanta, aunque no tenga nada que ver.

(El enano en mi cabeza está tomándose demasiadas libertades).


Fleetwood Mac - Rhiannon



2 de octubre de 2007

Nomen



El sábado terminé escribiendo sobre almohadas cuando en realidad, quería hablar de otra cosa.
Es curioso cómo las palabras se independizan y la mano actúa obediente el mandato secreto que pone nombres y calla nombres. Porque, no me engaño, fui consciente del desvío.
Hoy quiero retomar aquello y nuevamente, letra a letra, como siguiendo migas de pan en cuentos infantiles, tuerzo el rumbo y pierdo al gigante.
No forzaré.
Voy a esperar mansamente y, entonces sí, daré la palabra que al nombrar, le regalará existencia en el contorno de mi boca.


…en ese tremendo espesor de hojas que desaparecerán del planeta, un día, sin haber sido nombradas, sin haber sido recreadas por la Palabra –obra, tal vez, de dioses anteriores a nuestros dioses, dioses a prueba, inhábiles en crear, ignorados porque jamás fueron nombrados.
Los pasos perdidos. Alejo Carpentier