15 de diciembre de 2009

Zoología Aplicada

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Entre impresionado y asqueado, el niño me llevó de la mano para mostrarme el bicho que había en el patio.
El bicho en cuestión era un caracol, grande y gordo, que asomó después de la lluvia.
Con mi mano sobre la suya se animó a despegarlo del piso y comprobar la fuerza de sopapa con que resistió, estudiamos sus tentáculos, los ojos en el extremo del par más largo y ‘la casita’ que lleva a cuestas.
Lo dejé comprobando de qué manera el caracol podía reptar sin caerse en un trozo de madera que giraba y observando el caminito de baba que dejaba por detrás.

Cuando era chica no tenía conciencia ecológica; podía pasarme largo rato siguiendo el itinerario de las hormigas negras y culonas que marchaban cargando migas o granos de azúcar, rompía la formación poniéndoles obstáculos o sacaba algunas de la hilera para ver si regresaban. Me fascinaba el cruce de antenitas e imaginaba un diálogo encendido que avisaba de mi peligrosa presencia.
Los gusanos de seda eran un misterio revelado cuando mariposa, pero violenté más de un capullo para acortar la espera y aprendí que los milagros no se provocan. Suceden.
Sometí babosas con la crueldad de la sal, diseccioné pichones caídos del nido, despinté alas de mariposas, partí lombrices al medio con ánimo bipartidista, sufrí la quemadura de gatas peludas que condené después a punta de palo y en la cálida noche mendocina pretendía prolongar la maravilla de las luciérnagas en un frasco de vidrio.
No sé bien si pertenezco a una generación de depredadores sin conciencia ecológica, si formábamos parte del ciclo natural que equilibra el ecosistema o si somos responsables de que nuestros hijos deban ocuparse de salvar pandas y ballenas.

Por mantenerlos tan alejados de la naturaleza, digo.

..º..

Y el gusanito sigue paseando/ y al mismo tiempo se va preguntando/ si el mundo entero no es/ un dibujito del revés.
El gusanito. Jorge de la Vega

23 comentarios:

Alelí dijo...

Me pasa igual, creo que es parte de la curiosidad hacer maldades a los animalitos, pobrecitos. En cambio ahora que soy responsable de la educación de mi hija, pongo atención en la conciencia de otros seres vivos, y le enseño a respetarlos. Al igual que a su curiosidad. Hay lugar para todos, pasen pasen!
besos

Yoni Bigud dijo...

Supongo que las cosas ocurren por alguna razón. Cada uno juega su papel en el momento que le toca. Aquel y este son sus momentos por igual, así que le diría -en alusión a su último post- que todavía no es momento de balances.

Un saludo.

Mickey dijo...

Condesa, no exageremos.
Pertenecemos a una generación curiosa y reflexiva!

Aparte. De pie ante Jorge de la Vega y "El gusanito"!!!!!!

Lirium*Lilia dijo...

Y yo que pertenezco a la misma generación pero no anduve nunca despanzurrando bichos... es que me crié rodeada de cemento... juntando del cantero el pasto para los camellos...
"un dibujito del derecho y el mundo entero del revés"... hermoso el gusanito...
Espero que esté mejorcita Condesa... imbancable la gripe con esta temperatura no?
Yo asomando la nariz, sacudiendo telarañas.
Un beso. Me quedo escuchando al Rod.

La condesa sangrienta dijo...

Alelí: era curiosidad, no maldad. claro. el contacto temprano con la naturaleza nos hace respetarla después.

Yoni: a gatas es un inventario...

Mickey: quise subir la canción pero no está en la red. Una pena!

Lirio: tuve la fortuna de poder embarrar las patas de mi niñez.
Quédese con Rod, esta semana me copé con él. beso.

Estrella dijo...

Qué bueno el gusanito!

Y los caracoles haciendo sopapa eran mi fascinación en épocas de infancia.

Mickey dijo...

Condesa, yo, que soy para usted un equivalente a los guardaespaldas de Ricardo Fort (más caído de lomo, reconozco), ayer a la tarde hice la misma búsqueda!
Igual resultado...
Que regalo de Navidad sería hallar "El gusanito"!!!!!!!!!!!

La herida de Paris dijo...

El mundo animal, desde el gusano hasta la ballena me es totalmente ajeno. Seguramente es una limitación terrible, pero no logro conectarme con otros seres vivos que no sean los humanos.
Saludos.

La condesa sangrienta dijo...

Estrella: nos divertíamos barato, eh?

Mickey: así tal cual. Aunque ud. tenga todas las neuronas en actividad y yo carezca de músculos, bigote y millones!
Tendría que preguntarle a Schussheim, pero aún si tuviera el disco ¿cómo subirlo?

Opi: ...zôon politikón!

Mickey dijo...

Condesa, haga esa gestión!
Después vemos como solucionamos la técnica.

Anónimo dijo...

Habría que ver si el ecosistema no se cuida solo por el instinto de sus animales, y nosotros, los animales humanos, lo estamos destruyendo por cuidarlo.

Estrella dijo...

La confesión de Herida es buenísima!

La condesa sangrienta dijo...

Mickey: como habrá comprobado...sus pedidos son òrdenes para mí (y para Marina jajaj, maestra!)

Conocido: justamente.

Estrella: graciosa y tierna.

Carlos G. dijo...

Veo Condesa que, sin llegar a diseccionar pichones, hemos tenido cosas en común, Ud. al oeste del país y yo al oeste de la General Paz.
(los "bichitos de luz" en un frasco: un clásico de las noches de verano)

La condesa sangrienta dijo...

Carlos G: como la canción del jacarandá, pasé mi infancia 'al este y al oeste'. Los 'bichitos de luz' qué maravilla, no?
(le aclaro que los pichones no estaban vivos!)

Luigi dijo...

Aun hay luciernagas para Usted cuando quiera venir!

La condesa sangrienta dijo...

Regresé a Mendoza pero en invierno ¿ud. dice que todavía siguen ahí, iluminando las noches de verano?
nunca más volví a verlas.

Luigi dijo...

=)

Por supuesto!

Mis enanos juegan igual que hace 30 años, a atrapar luciérnagas de noche!!

T.M. dijo...

Ay!!!!Condesa yo no quiero un gusanito, me bastaría con que un festín de bichitos de luz que me hicieran brillante la oscura noche. Un abrazo.

La condesa sangrienta dijo...

Luigi: qué buena noticia!!!

TM: tendríamos que ir a visitar a Luigi.

T.M. dijo...

Como me gustaría querida Condesa disfrutar de la belleza de las noches mendocinas.Un abrazo.

Anónimo dijo...

creo que a ese "niño" con mucho gusto le hubiese gustado cortar en fetiutas al bello caracol col col...
(mbr)

La condesa sangrienta dijo...

TM: las noches mendocinas son hermosas. tanto como los años de infancia que pasé ahí.

mbr: no creo que quisiera cortarlo, resultó más divertido verlo en acción!