14 de enero de 2011

Portazo

(♫)

No sé a quién pertenece esta imagen que conmueve.

La gama de grises, la suavidad de la bruma que vela el segundo plano y humedece el piso, se vuelven inocentes con la presencia inocente.

Duele la doble puerta cerrada y el hachazo blanco del anuncio innecesario, o imprescindible tal vez para certificar el exilio.

Imagino una presencia que respira del otro lado.

O una ausencia antigua.

No creo que la dirección esté equivocada; porque uno sabe bien a donde va, cuando saca a pasear su elefante blanco.

..º..

Es tan sólo una puerta clausurada en nombre del azar,/pero tiene el color de la inclemencia/y semeja una lápida donde se inscribe a cada paso lo imposible.

Detrás de aquella puerta. Olga Orozco

22 comentarios:

Carlos G. dijo...

Sin embargo, a pesar de toda la tristeza y la desolación que trasunta la imagen, tengo para mí que a la vuelta de la esquina está el gran Charlie pronto a rescatar a la niña abandonada.
Sólo hay que esperar el próximo fotodrama para sonreir aliviados.

Yoni Bigud dijo...

Una imagen muy interesante. Yo supongo que no todos se encuentran dispuestos a lidiar con nuestros elefantes. Eso permite entrever cierto egoísmo, cierta tendencia a la soledad.

Un saludo.

Marina Judith Landau dijo...

No puedo comentar, se me hizo un nudo en la garganta.

A.R.N. dijo...

verdad, uno siempre sabe donde tiene que volver cuando saca a pasear a su elefante blanco.bes

Caia dijo...

Qué buen post, estimada. Tan duro como bueno. Me dejó con una sensación de tristeza y resignación que no le cuento..
Besos.

La herida de Paris dijo...

Que bueno que haya gente que todavía saca a pasear su elefante en vez de contratar "paseadores".

Saludos desde Miramar, la ciudad de los perros sin dueño que me corren mientras corro.

Caia dijo...

Herida: Miramar? Anduvo por el bosque energético? tengo alguna historia de ese lugar por contar.

T.M. dijo...

Ay!!!!!!Condesa, me hizo recordar a mi niñez: Esa foto se asemeja a los portones del asilo en el que viví, con la única diferencia que ni un perro me acompañaba.- Gracias!!por pasar por la casa que mes a mes nos reune. Un abrazo de corazón a corazón.

Pablo Libre dijo...

Terrible imágen, de esas que definen una vida. O a partir de ahí se intenta pateando, hachando la puerta, o se espera sentado a que alguien se apiade y abra. Me inclino por la primera opción.

Betina Z dijo...

En una primera mirada creí ver que el compañero de la niña era un perrito o algo así (así, vivo, quiero decir), lo cual atenuaba un poco el desamparo. Pero cuando vi que se trataba de un juguete, ay...
(Aunque, quién le dice, tal vez nada mejor que un elefante blanco para guiarnos hasta la puerta que, en algún lugar, está abierta, esperándonos).

La condesa sangrienta dijo...

Carlos G: así es, habrá otras puertas que se abran y el rescate a la vuelta de la esquina.

Yoni: egoismo, tendencia a la soledad o miedo a no saber qué hacer con el elefante blanco.

Ay Mari, perdón.

A.R.N: uno sabe a lo que se expone cuando sale con un elefante blanco.
beso, muy buena su poesía!

Caia: eso me pasó cuando encontré la imagen. Tristeza sí, resignación nunca. un beso

Opi: ¿te imaginás el cuadro? un paseador con 6 ó 7 elefantes...!
El tiempo está acompañando, supongo que estarás gozando de sol, playa y lecturas.
Beso grande para toda la familia.

TM: su historia me pone más triste que la foto.
Aquella casa quedó con las puertas abiertas, es lindo pasar para dejar alguna flor. Un beso enorme.

Pablo: sí, si vale la pena pelear por lo que está del otro lado.

Betina Z: por la posesión de algo único y sagrado suele pagarse un precio alto.
Un cachorrito en cambio, puede abrir corazones y puertas.

brasil dijo...

Lo que golpea es que justamente la niñez es el momento en ql que todas las puertas deben abrirse. Ya habrá tiempo para los portazos en la cara.

Anónimo dijo...

Me puso muy triste el relato de TM, la imagen es la soledad y el desamparo en persona.

saludos Condesa.


Juana de Arco.

cleopatra dijo...

No hay mayor desolación que una puerta cerrada delante nuestro, el frío húmedo de niebla y, en este caso, una niña con una atado maltrecho, pero lleno de ilusiones...perdidosas, tal vez.

(Y ese elefante muñeco que será guarida a tanta decepción temprana)

Abrazo Rete

La condesa sangrienta dijo...

brasil: más allá de cualquier metáfora que pueda sugerir una puerta cerrada, la imagen impacta y duele tanto, justamente, por eso que ud. dice.

Juana: impresiona saber cuántas imágenes se desgranan de una misma imagen, no?
saludos de domingo lluvioso.

Cleo: tenemos que cuidar los elefantes infantiles, aun aquellos que se esconden tras la falsa silueta de un sombrero (like Saint.Exupéry)

Anónimo dijo...

Sì Condesa, pero el comùn denominador es la soledad, al menos es mi parecer, a todos segùn nuestra historia nos impacta de distintas formas una imagen de ese estilo.
Por otra parte, una foto en blanco y negro puede diferenciar a una en color, es como que intensifìca màs todavìa.

Lluvia? madre mìa.!! los turistas deben estar enloquecidos, sobre todo los que van con niños y tienen dtos. pequeños, aquì nos estamos friendo lentamente, sin una gota de agua, el dìa se presta para quedarse en la piscina hasta quedar cual pasa de uva.

saludos.

Juana de Arco.

Luigi dijo...

Uh!

La condesa sangrienta dijo...

Juana: cada uno lee según las propias heridas, claro.
Del clima ¡qué decirle! desde ayer a hoy ha pasado mucha agua bajo el puente, literalmente.
saluditos

Luchito: Oh!

Mari Pops dijo...

a mí me dan ganas de abrazarla un rato largo y llevarmela a tomar un chocolate caliente ....

La condesa sangrienta dijo...

Por suerte Mary, frente a una puerta que se cierra otras otras se abren

Anónimo dijo...

Como cada uno ve las cosas de diferente manera.
Desde que pusiste el post, que lo miro y lo que yo veo no coincide con todo lo que vieron ustedes, a mi me resulta que veo un chico curioso leyendo el cartel.
Pero es tal cual, las cosas son como cada uno las ve.

La condesa sangrienta dijo...

Como decía mi abuela, cada uno ve las cosas 'según le fue en la feria...'
beso!