9 de abril de 2014

Besos en la Sombra



Cuando yo era chica, solo en las películas o en las series norteamericanas de familias felices  veía  matrimonios que decían ‘te amo’ y se besaban en la boca. No digo que otras parejas no lo hicieran o que mi familia no fuera feliz, pero esas manifestaciones resultaban ajenas a mi vida cotidiana, austera hasta para la expresión del amor.
El amor no se decía, se vivía.
Se construía en los pequeños detalles y en los grandes sacrificios, tan imperceptibles y silenciosos que parecían no ocurrir. El mimo y la caricia sellaban un premio o enhebraban lágrimas para el  consuelo en el momento justo, en el instante preciso y encendían una luz que confirmaba la presencia inamovible de lo que, sabíamos, estaba ahí.
Siempre me sentí amada. Mejor dicho, nunca me he planteado la posibilidad de no haberlo sido a pesar de que aparentemente, mis viejos contradijeron todas las premisas de la psicología infantil que ahora se aplica.
No critico aquello (aprendí que el amor trasciende la encarnadura) y no critico esto (nada se compara con el abrazo perfumado y tibio de un niño), son modos o modas, distintas maneras de construir vínculos, diferentes lenguajes y signos de época diseñados para marcar  la impronta de una única palabra.
La que importa, claro, que es la misma de siempre, pronunciada a viva voz o entre susurros.

..º..

Así pues, me pregunto si de veras me incumbe indagar en esos asuntos, si no es problemático poner a contraluz cada palabra, cada cambio de clima emocional, para observarlos cuidadosamente.
Diarios. John Cheever.

12 comentarios:

Cocorastuti dijo...

Estimada Hazel: ¡el enano albino y hermafrodita...! ¡Cuando yo haga la pelicula de su vida con Tim Burton como director, buena la vamos a tener para
encontrar actor tan peculiar...!
Le diré que en mi casa tampoco ví besos ni expresiones holliwoodenses, mas
bien lo contrario, y la sicología aplicada a los niños era como en su caso opuesta a la hipócrita y lacaniana de hoy. Le recuerdo que Lacan dijo:"El que se sicoanaliza se convierte en un canalla"...Yo creo que dijo una gran verdad.

No sé si en mi casa hubo amor, en todo caso un amor apagado, desexualizado, infame y santo.

Ud. salió talentosa, universitaria, justa, amable, piadosa, simpática, buena
madre, hija, tía y esposa, portentosa amiga de entes (Ente: aquello que es o puede ser) internéticos, alegradora de almas tristes y retempladora de
corazones afigidos, sin contar su agudo cacumen para las letras...y capaz de crear un blog con definido sentido artístico y didascálico.

Por mi parte salí pollino, terco, desvelado, injusto, mas bien tosco, dejado (de la mano de Dios),rimbaudiano y brumoso vagabundo sin horizontes ni
probidad para el afecto ni paciencia para la pluma. Y como la del extraordinario Príncipe de Orange "his (my) life was childless and loveless"
Pero soy piadoso..., eso sí.

Y mis blogs son la prueba mas irrefragable de que así no se hace un blog, ud. porque no ha leído lo más cocorastutiano, si no, se cortaba las venas con el
muñequito (robado) de mi avatar.

Así que ya ve, la misma dosis pedagógica da resultados bien opuestos contra toda esperanza, cuando se trata de educar a Aristóteles o a un mono....

No envidio, me alegra el éxito y bienestar ajenos, pero no puedo perdonarme lo que dejé que el viento hiciera conmigo.

Y no critique AQUELLO, sea, pero no perdone del todo ESTO, porque si no existía el Infierno ahora sí existe: hemos logrado crearlo.

No es un día de verano, alegría, belleza y juventud.

Besos de Carlos, su admirador.

20:25 11/04/2014

Yoni Bigud dijo...

Parece que vivimos infancias muy parecidas. Usted y yo. Parece que esto se me hubiera escapado a mí, de la yema de los dedos. Parece que nos parecemos. Un poco o bastante. Por eso me gusta tanto cuando se deja arrancar algunos renglones.

Un saludo.

brasil 2014 dijo...

Tuve una madre que rehuía casi violentamente a cualquier contacto físico. Y creci con ello. Y tambien creci con un abuelo que -septuagenario- ponía su mano en la cintura de mi abuela y le decía "¿vamos a dormir una siesta?"

Y hoy tengo hijos que me abrazan y me dicen que me quieren cotidiana pero sentidamente. No creo en karmas.

Y Dezi y yo, queremos tanto a Lucy. Mi yegua se llama Lucy

La condesa sangrienta dijo...

Coco: "amor apagado, desexualizado, infame y santo", dice ud.y me viene a la cabeza una vieja Madre Iglesia que educó a sus hijos con un amor severo, en la culpa y el ocultamiento. Posiblemente tenga que ver con eso.
Yo no sé si salí todo eso lindo que me atribuye, o solo contradigo el 8vo. mandamiento de manera efectiva ;)
Pero si se dice piadoso, debería empezar por quererse un poco más, eh? Y perdone al viento por lo que se llevó, after all tomorrow is another day...
Beso grande,
H.

Yoni: si tanto nos parecemos, seguramente también le habrán pintado la yema de los dedos, en rojo, sobre la cola, ja.
Abrazo corporativo.

Brasil: Pinté el clima de mi casa de la infancia (otra parte de la familia no era tan rigurosa) y como vos, hoy expreso y disfruto de esas manifestaciones amorosas.
¡Te quiero, amigo!
(Envidio que tu yegua se llame Lucy, la mía no tiene nombre...)

Rob K dijo...

Perfecta observación: "El amor no se decía, se vivía." En eso me gusta pensar que nada ha cambiado; por mucho que hoy el amor sea dicho, sólo debería valernos el que sabemos vivido más allá (o prescindiendo) de palabras: con hechos.

Saludos, Condesa.

La condesa sangrienta dijo...

Rob: Si no se sostiene con hechos, la palabra se vacía de significado. Tanto mejor es cuando ambos se acompañan, no?
Un abrazo.

Mari Pops dijo...

soy bastante pudorosa para decir el amor. Necesito mucha intimidad

La condesa sangrienta dijo...

Mary: así me pasa, pero con los niños puedo expresarlo a viva voz.

Anónimo dijo...

El amor hay que gritarlo a los cuatro vientos, necesita de palabras y de coherencia de los dichos con los hechos.

¡ yo la quiero!

Soy VeR.

La condesa sangrienta dijo...

VeR: Y yo también la quiero!
【ツ】

Caia dijo...

:) Linda entrada!!

La condesa sangrienta dijo...

Caia: :)