3 de marzo de 2007

Dejame atravesar el viento, sin documentos

¿Se deben firmar los comentarios con nombre propio o con nickname? ¿El dueño de un blog puede expresarse desde el anonimato o debe dar cuenta de su verdadera identidad?
En una página se ha suscitado esta cuestión y levantó polvareda. En otra, han clonado mi nick y se ha vulnerado el password que conduce a mi link; el nacimiento de esta criatura -Rete Carótida- es fruto de esa violación.
¡Qué cosa extraña ésta! Una persona desconocida, utiliza mi seudónimo para deshacerse de mí y, paradójicamente, estrecha vínculos, se linkea conmigo, en un incomprensible abrazo de amor-odio.
Tal vez por ignorar las Sagradas Leyes Virtuales de la blogósfera, mi irrupción en ella haya sido desprejuiciada e ingenua sin presunción de la fuerza (virtus) o el alcance que tiene lo que se dice.
Y surge aquí el interrogante ¿importa quién lo diga si quien dice no es conocido? ¿no cobra absoluta importancia el texto? ¿no se jerarquiza el seudónimo en función del texto? En un espacio virtual ¿no es tan real un Juan Pérez como un Juan de los Palotes o un Juan Echezarreta? ¿quién puede asegurar que Juan Pérez es un seudónimo y Echezarreta porta DNI?
Hoy, ¿escucharía alguien los discos de Robert Allen Zimmerman, leería los poemas de Neftalí Ricardo Reyes o invertiría grandes sumas de dinero en un cuadro de José Victoriano González? Nacida como Flora, también la llamaron Buma, Blímele y Sasha. Ella eligió llamarse Alexandra/Casandra, Alejandra… Estos, entre tantísimos otros, elevaron su seudónimo a la categoría de nombre propio.
Otros, nosotros, anónimos nautas de la triple doble ve, somos lo que escribimos (y asumimos) en el texto.
Protervo, Daniel C., Filo, Marie, Sol, MBR, Minerva, Roedor, El teta, Sereneider, Samurai Jack o Papipo tienen la misma encarnadura que Juan Echazarreta o Alejandra Pizarnik.
Viven en la letra.


“Decime quién sos vos/ decime dónde vas/ alegre mascarita/ que me gritas al pasar/ ¿Qué hacés? ¿Me conocés...?”
Siga el corso (tango), Letra: Francisco García Jiménez

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Me conmueve verme nombrada,jjaj. Como alguna vez jugamos al carnaval lo recuerda condesa? esto no se diferencia mucho, cambia la actitud con mascara es como mas facil?, es como mas impune? los codigos no creo que disten mucho de lo que pasa en la vida cotidiana con dni. y caripela al descubierto. Circula informacion y diga quien lo diga es material que va recorriendo un camino, y a quien tiene curiosidad, tal vez le sirva, No se preocupe, todos vamos descubriendo y fundamentalmente me siento invitada a un banquete donde las ideas, la poesia, las ocurrencias son los principales invitados, y Ud como Chef manda!!!

Anónimo dijo...

y quien dijo que vale más el nombre que nuestros padres eligieron registrar en el Estado que el que nosotros mismos elegimos?

Usar un nick es, para mi, deshacerme del ego de la firma. O inventar otro ego, compartido con desconocidos que, como sugiere la Condesa, se construye a partir de lo que tipeas, a veces a deshoras y desvelado, como hoy.

La condesa sangrienta dijo...

Filo, no se me emocione querida y arrímese al banquete pero tráigase la vianda porque como Cheff soy un desastre. Si sale algún menú decente es pura casualidad.
Protervo, no estoy segura de si el nick deshace el ego, lo multiplica o revela que "somos mucho más que dooooss!. El suyo, desvelado a las 2.21 se ha encontrado con el mío despierto a las 3.15. ¿Debo decir buenos días o buenas noches?

Anónimo dijo...

Internet nos da la oportunidad de ser muchos a la vez, recurriendo a innumerables nicks. En La Lectora Provisoria (donde te he visto) soy Saturnino, y en algunos otros blogs donde se habla de literatura adopto el nombre de personajes de Henry James o de Proust.
La psiquiatría moderna le daría el nombre de esquizofrenia; la escolástica medieval, más poética, hablaba de unión hipostática.

La condesa sangrienta dijo...

jaaaaaaaaaaaa Daniel! así que LLP también nos ha cruzado! (claro que conozco a Saturnino)
Me habrá oído mencionar más de una vez a los "personajes que habitan mi esquizofrenia", pues asumo conscientemente las distintas caras de mi yo.
Algún día explicaré la elección de este nick (LCS), pero también tengo un Cachito ilustrado, un Ravensoul y un Jabberwocky, entre otros, que sólo utilizo para chatear con mis amigos.
La psiquiatría moderna podría hacerse flor de panzada con este tema; para quienes todavía no hemos llegado a la instancia del diván o el Rivotril, este cambio de máscaras puede resultar una accesible línea de fuga.
(humildemente, yo ofrezco mi Rete Carótida que refrigera la temperatura cerebral).

Anónimo dijo...

¿La elección del nick tiene que ver con Modelo para armar?

La condesa sangrienta dijo...

Iba a decirle que no, el teta, pero muy probablemente Cortázar incluyera al castillo sangriento y a la condesa en su libro, homenajeando a Alejandra Pizarnik unido por una enorme y mutua amistad/admiración.
Mi nick está tomado de un personaje (terrible) de ella, pero sólo con el afán de otorgarle realeza a la palabra escrita y hacer sangrar la herida de quien la vulnera. Comenzó como un chiste entre amigos, dada la acidez de mis críticas.
Igualmente, soy un modelo para armar, algunas de mis partes andan dando vueltas por aquí, otras afanan cd´s en algunos blogs y otras festejan esos 3 gloriosos goles de ayer. Un verdadero "puema".

Anónimo dijo...

Gulp... ahora entiendo lo de "Ravensoul".

Caramba, todo estaba tan lindo...

Los roedores bosteros tampoco son tan frecuentes de encontrar, pero los roedores a secas no tanto. Cuando quise en un momento lejano registrarme en blogger y poner "roedor" pensé que no iba a tener problemas, pero aparentemente otro Norvegicus me ganó de mano...

Creo que nadie tiene obligación de "hacerse conocer" en un blog. Esto es paradójico porque yo puedo firmar como José Francisco de Montalbán, DNI 10.248.566, y se supone que "me creen", pero habiendo tanta cosa, tanta idea, tanta palabra suelta que uno puede agarrar con la red como esa que se usaba para las maripositas en las pelis... habiendo tanta cosa por ahí... ¿qué sentido tiene usurpar?

Yo busco que mis palabras sean lo más parecido a mí. Es cierto que el anonimato me sienta bien, pero tampoco es tan así, porque hay unos cuantos que merodean por ahí que saben exactamente quién soy, hasta personalmente.

Me cierra la incertidumbre, countess, cuanto más intrigante, más sexy. La cosa ambigua, estás pero no estás, sos una comehombres o una monja. La diversión está (en principio) en todo el proceso.

La entrada es gratis, la salida vemos, como dice García.

La condesa sangrienta dijo...

Bienvenido Roedor y no se preocupe por Ravensoul porque tiene prohibida la palabra por el momento.
Está claro que la parte divertida del anonimato es esa ambigüedad, que genera incertidumbre y permite la diversión y el descubrimiento paulatino.
La condesa, en tal caso, es como una pelota de rugby...¡nunca sabe para que lado saldrá disparada! (no sé si será divertido, pero al menos le asegura un buen estado físico)