19 de marzo de 2007

El poder, el decir, el poder decir





Fue una niña prodigio.
Aprendió a leer a los tres años, a escondidas de su madre. Aprendió latín casi por su cuenta, sin más base que veinte lecciones recibidas. A los 13 años fue recibida en la corte, como dama de compañía de la virreina. Se disfrazó de varón para poder ingresar a la Universidad. Antes de cumplir los 16 entró al convento como único modo de eludir el matrimonio. A los 17, sufrió un examen público de todas las facultades ante 40 profesores de la Universidad, teólogos, escriturarios, filósofos, matemáticos, humanistas, a todos llenó de asombro. Su celda en el convento fue una especie de academia, llena de libros y de instrumentos músicos y matemáticos.
Fue una mujer hermosísima, vehemente y apasionada en sus afectos
Se la vio enfrentada o alineada con diversos poderes: el poder eclesiástico, el de la corona, el del sexo. Adoptó sus signos o mudó sus ropajes en un gran despliegue teatral. Así, fue hombre en el espacio del saber, monja en el ámbito del conocer y cortesana en el lugar del deber ser.
Su relación con el poder fue, a la vez, cercana y distante, lo ejerció, lo padeció y lo trascendió aún desde el silencio que se impusiera por un tiempo.
Ella, Sor Juana Inés de la Cruz (1651-1695)

No se pueden negar los contextos de producción ni el peso de las instituciones en la tarea creativa, pero tal vez sea justamente por eso y a pesar de eso, que el artista debe convertirse en bastión de resistencia, en custodio del Arte que perdura más allá de ocasionales centros de poder.
Probablemente mi postura sea ingenua o anacrónica, pero esto pensaba mientras leía las mezquinas internas del festival de cine en Mar del Plata.
El Séptimo Arte.



“…y tengo por mayor el riesgo de los aplausos en la flaqueza humana, que suele apropiarse lo que no es suyo.”
Respuesta a Sor Filotea de la Cruz, Sor Juana Inés de la Cruz

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Tengo que decirle Condesa, que gracias a su blog, no dejo de aprender. Cada post que leo me enseña algo nuevo y me hace ir automáticamente al google para buscar siempre sobre algo nuevo.

La condesa sangrienta dijo...

Cuando uno tiene ganas de aprender, cualquier blog o cualquier persona pueden dejar una enseñanza. El mérito es suyo en todo caso, pero gracias!