
Algunos dicen que mató a su madre por puta.
Otros dicen que mató al amante de la madre, por hijo de puta.
Nadie sabe bien.
Él sólo dice que se crió en un reformatorio y se ufana de haber tenido de profesores a Alfonsina Storni y a Borges. Es un lector ávido y lee con igual fruición la Guía Telefónica de Bs. As., el horario de trenes de París, La interpretación de los sueños de Freud, el Manual del alumno Bonaerense o el Corán.
Habla con la propiedad de quien abarca todos los temas, pero se manda increíbles perogrulladas que explica con verdadero espíritu y énfasis docente.
Cuando supo que estudiaba Letras me regaló
10 tomos rojos, preciosamente encuadernados, de la Enciclopedia Labor y otros dos, fotocopiados, de Ensayo de un Diccionario de la Literatura que guardaba entre sus tesoros.
Vive de changas. Es pintor de paredes, carteles y vidrieras pero también pinta murales a pedido. Fabrica y vende espantosas vírgenes de yeso de hábitos filosos y rostros inexistentes que acepté con religioso sacrificio he hice desaparecer con culpable disimulo.
Es alto. Canoso de pelo y barba, usa ropa que le regalan y viste una prenda sobre otra, como un imperfecto hojaldre, para ir descartando la que ensucia y no tener que lavar. Si salpica sus zapatos con pintura, los empareja con prolijas pinceladas hasta que otra pared u otra puerta deciden la nueva tonalidad con una libertad creadora digna del camaleón cortazariano.
Alterna su sombrero Piluso con otro de campesino chino. Es afable, educado y discreto . Ausentado por unos días, se presentó para avisar que un perro le había mordido un testículo y resigné su intención de mostrarme el magullado escroto conteniendo la risa; dije que no hacía falta, soy creyente.
Lo hemos empleado muchas veces, pero trabaja sólo cuando necesita dinero y en cuanto junta su moneda, desaparece para gastarla. Un día cualquiera, cuando la necesidad lo obliga, se presenta, trabaja, cobra y vuelve a perderse en cumplimiento de su particular ciclo vital.
*
Lleva desaparecido un tiempo y no sé por qué lo recuerdo ahora. Tal vez porque Ranulfo, el nuevo operario, también anda con un pincel en la mano y un libro en la otra.
Pequeño y oscuro tiene apariencia y hermetismo de gurka; no sé si habrá matado a alguien, aunque no parece.
Me pregunto si tenemos una rara habilidad para atraer gente extraña o si es esa gente la que no se siente tan extraña entre nosotros.
Mezcla rara de penúltimo linyera y de primer polizonte en el viaje a Venus: medio melón en la cabeza, las rayas de la camisa pintadas en la piel, dos medias suelas clavadas en los pies, y una banderita de taxi libre levantada en cada mano. ¡Te reís!... Pero sólo vos me ves…
Balada para un Loco. Horacio Ferrer
Me pregunto si tenemos una rara habilidad para atraer gente extraña o si es esa gente la que no se siente tan extraña entre nosotros.
Mezcla rara de penúltimo linyera y de primer polizonte en el viaje a Venus: medio melón en la cabeza, las rayas de la camisa pintadas en la piel, dos medias suelas clavadas en los pies, y una banderita de taxi libre levantada en cada mano. ¡Te reís!... Pero sólo vos me ves…
Balada para un Loco. Horacio Ferrer