22 de febrero de 2014

Believe Or Not Believe



A diferencia de los días previos, que  disfruta con el armado  del árbol y la lista de regalos que algún elfo le hará llegar a Papá Noel, Emilia sufre horrores la noche de Navidad.
Atenta al sonido de una posible campanilla o el ruidoso Jo, Jo, Jo, sienta su angustia congelada  a la mesa familiar sin  probar bocado. Expectante, con el temblor de un cachorro friolento, teme y espera.
Con el fin de proporcionarle alivio, el año pasado, su mamá le contó al oído la verdad que derriba la primera inocencia: Papá Noel no existe.
Aferrada a sus temores no le creyó y este año volvió a repetir sus miedos. Tal vez porque necesitamos una ilusión para vivir, aunque la espera nos paralice.
..º..

−¿Es aquí el Paraíso?
−No señorita, aquí no. Vaya y pregunte en la otra esquina.
El Paraíso en la otra esquina. Mario Vargas Llosa

4 comentarios:

La condesa sangrienta dijo...

Garriga ha dejado un nuevo comentario en su entrada "Believe Or Not Believe":

siempre tan así, usted, condesa. Sabe que a esta altura ya la admiro y un poco me molesta que me deje tanto tiempo, solo, fumando el tiempo porque no fumo tabaco, a la espera.

La condesa sangrienta dijo...

Perdón por la desprolijidad Fernando pero, en vez de publicar, hice click sobre eliminar así es que hice copypast de su comentario desde el correo.
Le agradezco el aguante, de verdad tengo ganas de volver a postear. Twitter me secuestró las letras y las redujo a 140 caracteres, tengo que estirar los músculos y ponerme de nuevo en marcha. Tengo ganas pero me cuesta todavía.
Un abrazo y buen domingo libre de humo!

brasil dijo...

Hola amiga. Los otros días estábamos en casa viendo una pedorrada yanqui. Un monton de familias yankis de vacaciones. En el medio de un revuelo de niños, una le dice a su mami (Salma Hayek, mamita) "Se me cayó un diente!!". En el revoleo de cosas Salma le dice "Ponelo abajo de la almohada y despues te pongo plata"

Mi es peor que nada, mi hijo varón y yo, clavamos la mirada en mi hijas de 10 años. Miraba con ojos vidriosos a todos, hasta que mi señora tomó la decisión fatal: "Matu ya estás grande, El Raton Perez es algo que hacemos los papas para...."

La nena trato de tragar el bocado que tenía en la boca, intento disimular un sollozo en una sonrisa, e inmediatamente estalló en llanto.

Hubo que apapacharla largo rato.

Malhaya la vida!

La condesa sangrienta dijo...

Brasil, la pérdida de la ilusión es todo un tema. Hay quienes prefieren evitar el llanto de tu nena y hay quienes preferimos regalarles magia por un tiempo ¿está bien? ¿está mal? qué sé yo! tal vez los vamos preparando para otras lágrimas y otras desilusiones mayores que inevitablemente padecerán.
Y ahora que lo pienso... los dientes siempre nos hacen llorar: cuando salen, cuando se caen y cuando el dentista y el ortodoncista nos pasan sus honorarios!
Alegría de verte, beso grande.