28 de abril de 2009

Blow (job)

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Happy B'day
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In English, Please

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I carry the sun in a golden cup/ the moon in a silver bag.

Me encantan estos versos y pensaba escribir algo a partir de ellos.
Pero en inglés tienen otra sonoridad, otro brillo
y otro dueño,
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William Butler Yeats
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Rebelión En La Granja

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Parece que los animales encontraron la vacuna contra el Hombre.

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"It seems a shame," the Walrus said,"To play them such a trick,After we've brought them out so far,And made them trot so quick!"

The Walrus and the Carpenter.Lewis Carroll

24 de abril de 2009

Hostias De Tiempo

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Siempre encuentro alguna actividad que me distrae de la cocina y ocurren los desastres.
Pero me gusta preparar masas con levadura.
Tiene algo mágico y ancestral que me encanta.
Olor de hogar y recuerdos de infancia, de manitos sucias, de tiempo pascual o de manteca derritiéndose sobre la miga tibia.

Preparo el espumado gris que luego se transforma en un hongo poroso y desbordante.
Dicen que leva más y mejor cuando estás enamorada.
La enorme esponja delata un gran amor, entonces.

Después, la harina en la mesa, el hueco en el centro, la espuma, los ingredientes que restan y a amasar.
Hasta que la masa diga, hasta que la mano sepa.
Cubrirla, dejarla en reposo y a esperar el milagro.
Voy y vengo por ahí, hablo por teléfono, leo, trabajo. Hago cosas.
Espío.

La barrigona ya ha doblado su volumen.
Tibia, blanda y generosa se multiplica en bollos perfumados y a esperar otra vez.
Hay algo en ese proceso que me ordena internamente. Es un excelente ejercicio para templar la paciencia, aprender a esperar, respetar los tiempos ajenos.
Una buena manera de recuperar el juego infantil y la sorpresa adolescente.
De atrapar el tiempo

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Ese pan generoso es oblación y es sagrado. Tú lo diste, madre, y es pan de amor. Pero ahora nos lo cobran. Y aquí se presenta la ruptura, lo quebrado y trágico: Y en vez de hostias de tiempo son cáscaras de relojes, salario, tiempo falso, mecánico y artificial.
Trilce, poema XXIII. César Vallejo

18 de abril de 2009

Handy Girl

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Ella sabe la cantidad exacta de pelos que pueden caerse por día, sin que haya amenaza de calvicie. Cuánto tiempo hay que batir los huevos para que un bizcochuelo salga perfecto o qué cantidad de clavos por metro cuadrado se emplean para techar el quincho. Vigila los triglicéridos, el colesterol, el color de la orina o el ácido úrico. Sabe de lumbalgias, hernias, priapismo, diabetes, enuresis, disfunción eréctil y, por supuesto, cuál es el mejor tratamiento, droga y dosis para cada mal.
Si decís que dejaste el auto en el taller, se despacha con una cátedra sobre carburadores, bielas, líquido de frenos, rulemanes, el octanaje de la nafta o las fallas del bendix.
Si mencionás a Descartes, se eterniza explicándote el Discurso del Método, si hablás del lenguaje te tira a Saussure por la cabeza.
Todo sabe, todo conoce, todo abarca.
Todo controla.
Es buena y generosa. La quiero.
Pero aburre y agota con esa precisión de vademécum

El manejo de índices y estadísticas no asegura nada; contabilizar miligramos, clavos, suspiros, pestañeos u orgasmos no hace más que contarme su ilusoria seguridad.
Por eso, ahora es especialista en soledad, depresión y divorcio; pero no hay cifra exacta que resuma el fracaso.

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¿No ve? -dijo la señora Levy- Está todo en su cabeza. Lo que tiene usted es psicosis de edad. Aún es una mujer muy atractiva. Debe decirse usted: “aún soy atractiva. Soy una mujer muy atractiva”.
La conjura de los necios. John Kennedy Toole


15 de abril de 2009

El Color Del Dinero

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Seis toneladas de tapas de gaseosa se necesitan para comprar la salud de un niño de tres años.
La rubia que se llama igual que yo, me lo cuenta mientras mueve mucho las manos y abre los ojos.
Verdes, rojas, azules, amarillas. He ido guardándolas como si fueran monedas y pienso que, en definitiva, lo son.
Porque eso es el dinero.
Una convención.
Un todo y una nada.
Una forma y un color.

Con seis toneladas de plástico o 25.000 billetes verdes
Todo va mejor.
Eso dice la publicidad y un chico que espera.

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A cada instante de mi sueño o de mi vigilia/corresponde otro de la ciega moneda.
A una moneda. Jorge Luis Borges

11 de abril de 2009

La Letra Escarlata


-Y vos ¿eras un chico tranquilo o inquieto?
- Estaba quieto pero no era tranquilo.
M. refería a lo que su imaginación o sentimientos movilizaban internamente; nos reímos y comenzamos a jugar con antiguos eufemismos paternos, esa letra escarlata que solían pegarnos en la frente:
“Es muy fantasioso” o “es muy distraído” por TIENE VIDA INTERIOR, “Es muy tranquilo” por SE MUEVE POCO, “Es muy bueno” por ME OBEDECE, “Es muy inteligente” por APRENDE TODO DE MEMORIA.

[ La maestra de 3er.grado citó a la madre del niño (hijo de unos amigos) porque el chico en cuestión parecía estar ausente de la clase. Con una actitud casi autista miraba fijamente la ventana cuando la maestra hablaba, por lo que ella sugirió fuera atendido por especialistas.
Una vez en casa, su mamá le preguntó por qué se comportaba así y el niño respondió que miraba los vidrios de la ventana por temor a que estallaran. Él sabía que determinadas notas o sonidos altos producían una vibración capaz de provocar la rotura del cristal ¡y la Seño gritaba tanto...!
]
ajá
“Es autista” por TIENE OTRO TIPO DE INTELIGENCIA

Los tiempos cambian, claro, y los eufemismos paternos también.
Mientras esto escribo J. salta, corre, grita, llora, interrumpe, rompe, pega, ensucia, insulta y araña.
“Es hiperactivo” dice la madre.
Pongo mi mejor cara de poker y pienso que, simplemente, es maleducado e hinchapelotas.

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C
uando éramos niños/ los viejos tenían como treinta/ un charco era un océano/ la muerte lisa y llana/ no existía.
[…] ahora veteranos […] la muerte empieza a ser la nuestra.
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Cuando éramos niños. Mario Benedetti

8 de abril de 2009

I See Unknown People

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Sigo negándome a tener una cuenta de Facebook porque rechazo la idea de desplegar mi intimidad ante desconocidos.
Me parece una exhibición gratuita, vulnerable y vulnerada por ojos extraños quienes, desconociendo el contexto, suelen ser crueles con lo que ven.
Repartidos entre desconocidos voyeurs cuelgan retazos de vidas ajenas. Un patchwork caprichoso y heterogéneo cosido con caras de amigos y amigos de amigos.
Me dirán que es posible limitar el ingreso pero, de alguna manera, siempre alguien se cuela y espía por el ojo de la cerradura.
Algunos con un mayor grado de paranoia, aseguran que es operativo a la CIA, otros temen por el uso que pueda darse a futuro de ese material.
Yo no voy tan lejos pero, si rechazo la exposición de los realities, no veo por qué debiera prestarme a uno.
Esto viene a cuento para decirles que todas las invitaciones que me llegan, terminan en la papelera.

Disculpen.
Gracias


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“Una noche me desperté sobresaltado a los gritos angustiosos de mi huésped que me llamaba desde su lecho. (César) Vallejo estaba delante de mí, temblando como un azogado de la cabeza a los pies. - Acabo de verme en París - me dijo - con gente desconocida y, a mi lado, una mujer también desconocida".

Antenor Orrego